sábado, 4 de junio de 2011

Tentaciones

Recomendaba Serrat: "Vencer a la tentación sucumbiendo en sus brazos". No fue del mismo parecer San Antonio. Lo he recordado al ver anunciada la pasada exposición de obras de arte del Patrimonio Provincial (DPZ) en el Palacio de Sástago, en cuyo exterior todavía está la imagen de esta tabla de la iglesia de Alfajarín, Las tentaciones de San Antonio.
Dice la tradición piadosa que San Antonio Abad fue varias veces tentado por el demonio en el desierto. Siendo un ermitaño se vio tentado por la lujuria, el poder y la riqueza. Fue el primer monje de la Cristiandad que se retiró a una cueva del desierto egipcio para purificar su espíritu, lejos de las tentaciones mundanas.
Realmente, si las tentaciones tenían esa pinta, se puede entender al santo.

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