Paseando por el Parque Grande J.A. Labordeta he visto llegar al Hospital Miguel Servet el helicóptero del Servicio de Emergencias 112. He recordado a Florencio, vecino de un pequeño pueblo de Teruel, que sufrió un percance en el campo; la rápida llegada de este helicóptero le salvó la vida. Y, una vez más, me he sentido orgulloso de los servicios públicos que entre todos hemos conseguido para todos, convencido de que los derechos no deben ser objeto de negocio. Un orgullo que me apetece proclamar ahora que la tormenta neoliberal los amenaza, ahora más que nunca.
sábado, 11 de junio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Buena razón para sentirse orgulloso, sí señor. Tengo que comentar desde Anónimo, no me deja acceder a la cuenta... no sé por qué.
ResponderEliminarMarcos Callau
Me adhiero a este sentimiento de orgullo por los
ResponderEliminarservicios públicos, a pesar de sus muchos aspectos mejorables, sobre todo a nivel individual.
Me pasa lo mismo que a Marcos.
Mariángeles
Queridos Marcos y Mariángeles.
ResponderEliminarLo que decís de que no podéis comentar desde vuestra cuenta de Google, creo que depende de Google. La configuración de Comentarios en este blog está totalmente abierta, no tiene restricciones; así que no sé qué puedo hacer yo para subsanar esa situación. Espero que se arregle pronto.
Saludos.