miércoles, 8 de junio de 2011

Los santos y el sexo

También en la fachada de la Iglesia del Colegio Escolapio, el lugar preferente es para Santo Tomás de Aquino (1224 - 1274). Este santo es conocido como El Doctor Angélico, por lo cual lleva alas, y es representado con un sol en el pecho, astro rey, símbolo de Cristo.
De él leemos: "Era el menor de 12 hijos del Conde Landulf de Aquino. Sus primeros estudios fueron con los benedictinos en Montecassino, cerca del castillo de sus padres.Continúa por cinco años en la Universidad de Nápoles. Allí supera a todos sus compañeros y se demuestra su portentosa inteligencia. Conoce a los Padres Dominicos y entra con ellos, pero su familia se opone. Trata de huir hacia Alemania, pero por el camino lo sorprenden sus hermanos, lo apresan en el castillo de Rocaseca por dos años. Aprovecha el tiempo en la cárcel estudiando la Biblia y Teología. Los hermanos, al ver que no logran convencerle contra su vocación, le envían a una mujer de mala vida para que lo haga pecar. Tomás la persigue con un tizón encendido y la amenaza con quemarle el rostro si se atreve a acercársele. La mujer huyó espantada".
¡Y quién no! ¡Vaya con el santo!
Y explica la Santopedia: "Cuando echó a la tentadora de la habitación, se arrodilló y ardientemente imploró a Dios que le concediera la integridad de mente y cuerpo. Cayó en un sueño ligero, y mientras dormía, dos ángeles se le aparecieron para asegurarle que su oración había sido escuchada. Le ciñeron un cinturón, diciendo:  "Te ceñimos con el cinturón de la virginidad perpetua." Y desde ese día en adelante jamás experimentó el más leve movimiento de la concupiscencia". 
Desde entonces, ni rosca y venga a filosofar...
En la misma fachada, debajo y a la izquierda, está la imagen de San Agustín (354 - 430). Se representa junto a la maqueta de una iglesia, por ser considerado como uno de los cuatro sabios y doctores de la Iglesia.
Éste siguió diferente táctica que Tomás ante las tentaciones del sexo. Volvemos a la Santopedia: "Comprendía el valor de la castidad, pero se le hacía difícil practicarla, lo cual le dificultaba la total conversión al cristianismo. Él decía: “Lo haré pronto, poco a poco; dame más tiempo”. Pero ese “pronto” no llegaba nunca".
Ya se sabe, cuando la gana aprieta...
"Se dejaba llevar ciegamente por las pasiones humanas y mundanas, siguiendo abiertamente los impulsos de su espíritu sensual y mujeriego, y entregándose al placer con toda la vehemencia de una naturaleza ardiente"
¡Cómo se lo debió pasar!
"Años después hizo una crítica muy dura y amarga de esta etapa de su juventud en sus Confesiones y se retiró a una vida ascética". 
Para entonces, nadie le quitaba lo bailao...
Santo Tomás y San Agustín, dos formas de negar el sexo para llegar a la santidad. Parece que ambos conceptos están reñidos, pero no lejanos.

3 comentarios:

  1. Vamos..., que San Agustín y Santo Tomás de Aquino no tendrían precio como "personajes" de Tele 5.

    Mariángeles

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  2. Pues S. Agustín debió ser un tipo simpático. Un fuera de serie a lo que se pusiera. En su juventud a vivir a tope, y en su madurez a desarrollarse mental y espiritualmente y organizar su diócesis. Y le debió dar tiempo para todo

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  3. Pues mi profe de filosofía me contó que Santo Tomás de Aquino era gordo de coj**** y que tuvo que recortar la mesa para poder meter la barriga, así que la primera escultura no parece muy fidedigna.

    Por otra parte, si mandamos a estos dos personajes a un psicólogo de hoy en día nos diría maravillas sobre ellos y su sexualidad :p

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