martes, 26 de agosto de 2014
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jueves, 14 de agosto de 2014
lunes, 4 de agosto de 2014
sábado, 2 de agosto de 2014
Memorias del horror
En Budapest, a orillas del Danubio y muy cerca del Parlamento, se encuentra un grupo escultórico singular. Se trata de una larga hilera de zapatos de todo tipo (hombres, mujeres, niños) que apuntan hacia el río, obra del artista Gyula Pauer. Son un memorial de los judíos que allí fueron asesinados por los nazis de una forma extremadamente cruel. Atados por parejas en el extremo del muelle, se disparaba a uno de ellos para que en su caida arrastrase al agua al otro.
Sobrecoge la contemplación de estos zapatos vacíos y me hace pensar no solo en aquellas víctimas de la infamia, sino también en tantas otras a lo largo del mundo y algunas bien recientes, para las que no hay memorial, ni siquiera apenas un renglón en la historia oficial.
Veo en las noticias las masacres de civiles en Gaza y pienso también con una pena profunda que los descendientes de las víctimas de ayer son los verdugos de hoy.
Un paisano nuestro, el embajador español Ángel Sanz Briz, salvó en esa misma ciudad la vida de unos 5.000 judíos al otorgarles, por inciativa propia y con evidente riesgo, pasaportes españoles aduciendo su origen sefardí (fuera o no cierto). Es una historia que devuelve la esperanza en las personas comprometidas con la Humanidad.
Etiquetas:
esculturas,
Historia,
judíos
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