Templo civil. Monumento vivo. Archivo ciudadano. Comercio superviviente.
"¡Cuidado, que paso!". Colores. Sabores. Aromas. Abundancia. Sin plástico ni código de barras.
"¿Cómo quiere que se la parta?". Voces. Razas. Idiomas. Tumulto. Zoco. Nombres propios. Reclamos. Picardía:
"Señora, qué hermosa la tengo. La merluza". Carne de caballo. Toro de lidia. Embutidos rumanos. Fardeles. Carne halal. Conejo de monte. Pollo de corral. Menuceles: cabezas, vísceras, sangre y patas.
"Me ponga cuarto y mitad". Cilantro. Yuca. Ajos para sembrar. Granadas. Rebollones y rovellones. Bodegas. Descargadores. Precios con tiza.
"¿Quién es la última?". Retorno.
Este artículo continúa, con más fotos del Mercado Central de Zaragoza en:
Templo civil. Monumento vivo. Archivo ciudadano. Comercio superviviente. "¡Cuidado, que paso!". Colores. Sabores. Aromas. Abundancia. Sin plástico ni código de barras."¿Cómo quiere que se la parta?". Voces. Razas. Idiomas. Tumulto. Zoco. Nombres propios. Reclamos. Picardía: "Señora, qué hermosa la tengo. La merluza". Carne de caballo. Toro de lidia. Embutidos rumanos. Fardeles. Carne halal. Conejo de monte. Pollo de corral. Menuceles: cabezas, vísceras, sangre y patas. "Me ponga cuarto y mitad". Cilantro. Yuca. Ajos para sembrar. Granadas. Rebollones y rovellones. Bodegas. Descargadores. Precios con tiza. "¿Quién es la última?". Retorno. 
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Me encanta el Mercado Central. Desde pequeño cuando iba con mi madre a comprar allí. Aún me hago cruces cómo hay gente en esta ciudad que quería derribarlo para mejorar la salida hacia el Puente de Santiago...
ResponderEliminarPor cierto que se sigue comprando muy bien allí. Productos de calidad y a buen precio.
Lo que veo en Zaragoza está fresco. Así de fresco. Manteniendo todas sus vitaminas y propiedades organolépticas.
ResponderEliminarJosé María, tu blog crece muy bién. Tienes un ojo que no se pierde nada de
I M P O R T A N C I A
Sí, Alcorze, sigo yendo a comprar de vez en cuando y encuentro productos que no veo en ningún otro lugar.
ResponderEliminarGracias por el comentario, Vicente.
Por cierto, comentaré que la medida de "cuarto y mitad" era para mí habitual desde la niñez, la oía en las tiendas. Luego descubrí que es de uso local, ignorada en otros lares (como me pasó con palabras para mí tan normales como "socarrado", "esbarizaculos" y tantas otras). Precisando: cuarto y mitad es un cuarto de kilo más la mitad de otro, es decir: 250 gr + 125 gr = 375 gr. ¿A que si pidiéramos "375 gr de jamón" se nos miraría como a un cliente rarito?... pues eso es el cuarto y mitad.
Cuando me vine aqui, fue uno de los primeros sitios que me impresionaron para bien, es un lugar tan lleno de vida! de colores!. Precioso...
ResponderEliminarMaravilloso este edificio y todos sus recuerdos. Que continúe, que continúe.
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