Según el mito, Saturno devoraba a sus hijos por temor a que le destronaran. Goya lo inmortalizó en un cuadro sobrecogedor. En la gasolinera de Las Fuentes, esta visión me lo ha evocado, en versión motorizada.
Foto: Calle San Adrián de Sasabe, salida al Tercer Cinturón.
Qué imaginación, Josemaría!!!. Por cierto, el cuadro de Goya, uno de mis preferidos. Me gusta ese punto tétrico y oscuro.
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