En la farmacia me ha llamado la atención esta especial caja de pastillas.

El expositor estaba casi vacío.
"Debe ser una medicación muy necesaria", he pensado. Y lo es. Con ellas se contribuye al tratamiento por
Médicos sin fronteras de enfermedades extendidas en el Tercer Mundo, unidas a la pobreza. Luego me ha llegado este video donde el recientemente fallecido Luis García Berlanga, cineasta genial, deja un hermoso testamento.
¡Qué grande!
Buena manera de hacer reflexionar. Y lo mejor: la forma en que has titulado esta entrada.
ResponderEliminarEl video de Berlanga es una joya, lo descubrí hace poco en la blogosfera. Habrá que hacerse con esas pastillas. Abrazos golondrinos.
ResponderEliminarNo compré una, compré dos cajas.
ResponderEliminarEndulzan nuestro paladar y mejoran todas las enfermedades de otros "cercanos" que no somos nosotros, así que... Yo sigo comprando.
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