lunes, 5 de abril de 2010

La visita

Días atrás, junto al Ebro, me visitó la cigüeña. Y esto no es un cursi eufemismo que hable de una reciente paternidad; ocurrió así, literalmente. Llovizneaba a las 8 de la mañana y en esas condiciones pocos paseantes buscan la intemperie, así que las aves frecuentan las orillas sin recelo. Estaba en el mirador de Tenerías cuando ví su ampuloso vuelo que le acercaba hasta posarse frente a mí, apenas a 20 metros. Quedé inmóvil para no romper el hechizo de aquella situación. Era un soberbio ejemplar que anduvo picoteando por el césped hasta que remontó el vuelo. Aquí os dejo las imágenes; quizás también la emoción.

1 comentario:

  1. Debe ser impresionante contemplarla de cerca. Te felicito por esa cigüeña que te visitó sin visos de patenidad.

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