Maestros

Andrés Gracia Burillo es un maestro de Educación Física jubilado pero en plena forma (en estos días prepara su próximo maratón). Desarrolló la última etapa de su trayectoria profesional en el Colegio Público Miraflores de Zaragoza, mostrando siempre una gran entrega al alumnado. Extendió su magisterio de forma generosa, más allá del horario escolar, entrenando y acompañando a los jóvenes atletas del colegio que cosecharon múltiples éxitos deportivos, y sobre todo vivencias inolvidables. Varios de sus exalumnos han sido campeones de España e internacionales y alguno llegó a participar en Campeonatos del Mundo. Pero su labor no fue elitista, sino difusora de un deporte educador. Andrés inculcó a todos, fueran cuales fueran sus aptitudes, la satisfacción por conseguir metas a través del esfuerzo.

Durante años mantuvo un persistente empeño en conseguir para el colegio la construcción de un pabellón polideportivo, sin lograrlo entonces. Pero ahora, por fin ha sido construido. Al saberlo, sus exalumnos organizaron un grupo de Facebook consiguiendo varios cientos de adhesiones a una inciativa sincera que fue asumida por la Dirección, Claustro y Consejo Escolar del Colegio: que el nuevo pabellón lleve el nombre de su admirado maestro Don Andrés.
Ayer, en un emotivo y concurrido acto, fue inaugurado el Pabellón Polideportivo "Maestro Andrés Gracia". De esta forma, cuando pasen los años no habrá duda de quién fue el que da nombre al recinto: ¿un alcalde? ¿un ministro?... no, alguien más importante, un maestro.
Me alegra que se premie a los buenos maestros, si no de forma material sí con el tributo del afecto y la gratitud, algo imposible de comprar. Es inusual en esta sociedad donde antes consigue la fama cualquier zote concursante en un reality-show y si alguna vez se habla de los maestros en la prensa es a propósito de vejaciones o denuncias. Esto me ha hecho recordar otro homenaje, éste tallado en mármol hace 90 años, que he recuperado para esta ocasión.
En la Calle del Buen Pastor, junto al Mercado Central, se encuentra un soberbio edificio que alberga desde 1987 el Centro de Profesores y Recursos "Juan de Lanuza", institución para la Formación Permanente del Profesorado. Creo que es obra del arquitecto Ricardo Magdalena. Posee las clásicas columnas de fundición Averly y su fachada está coronada por el escudo de la ciudad. Anteriormente había sido el Colegio Nacional María Díaz, colegio de niñas.En una de las aulas se conserva la siguiente lápida que recuerda a la maestra que daba nombre al colegio. Transcribo la inscripción, ahora casi ilegible, porque pese a su prosa decimonónica, hoy anticuada, la considero hermosa:

Homenaje de gratitud a la excelsa maestra que con gran abnegación guió a centenares de niñas hacia el bien y la instrucción. Sus discípulas perpetúan el nombre de quien les iluminó el corazón y la inteligencia con sus sabias enseñanzas y ejemplares virtudes.

Zaragoza 21 de octubre de 1919.
Dª MARÍA DIAZ LIZARDI

Qué privilegio tener esos maestros y qué culminación personal la de quienes perviven así en la memoria de tantos.