jueves, 2 de enero de 2014

Deseos de Año Nuevo

Cada cual ve el arte y su entorno de una manera. Las obras expuestas dejan de ser exclusivas del artista y pasan a serlo un poco de cada observador.
A mí, la coincidencia en la Plaza de España de la escultura de Alberto Gómez Ascaso donde una mujer se cobija del frío con un manto, casualmente dando la espalda a la estilosa fachada de Puerta Cinegia y a la enorme bandera rojigualda, me sugiere el abismo entre la dura realidad de mucha gente y la modernidad donde nos creíamos instalados, entre la vida real de los españoles y la parafernalia de la España oficial (ahora le dicen "Marca España", es otro producto para su negocio).
En estos tiempos de robótica, pantallas inteligentes y diseño por doquier, en España: este invierno, 1 de cada 10 familias no encenderá la calefacción porque no puede pagarla (noticia); más de 28.500 personas viven en la calle y en la calle cada día muere una de ellas (noticia); 1.200.000 hogares sufrieron en 2012 el corte de luz por impago y el PP bloquea en el Congreso la propuesta de suspensión de esos cortes en invierno (noticia); más de 2 millones y medio de niños sufren malnutrición (noticia), etc. Mientras, el Gobierno repite que "hay datos para el optimismo"... ¿en qué país?
Por todo lo anterior, y por muchas otras cosas más, no deseo que 2014 traiga una inconcreta y subjetiva felicidad, sino justicia y derechos humanos para todos, cueste lo que cueste y caiga quien caiga.

4 comentarios:

  1. En estos tiempos de superficialidad, aún reconociendo que una dosis razonable de ella puede resultar balsámica, personalmente agradezco la lucidez de tus planteamientos. Y en particular, en lo referente a tu conciencia social, más necesaria que nunca y que, paradójicamente, parece perder fuerza en esta sociedad del individualismo.
    Un saludo.

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  2. Gracias, Anaximandro. Sabes que me gusta resaltar el lado amable, paradójico e incluso gamberro del entorno. Busco la belleza y la sonrisa, aunque ambas sean subjetivas y por tanto no siempre compartidas. Pero el cambio de año suele invitar al balance, a la reflexión y a los buenos deseos.
    A estas alturas dudo sobre qué es esa Felicidad que tanto se desea en estas fechas, pero cada vez tengo más claro lo que es intolerable. Acabo de oir en la radio que el número de millonarios españoles ha aumentado el pasado año en un 13%... Y ya sabemos que van a tributar en menor porcentaje que los trabajadores de a pié, quienes ignoramos qué son las SICAV y otros artificios financieros a medida. Mientras vemos cómo nuestros hijos carecen de futuro, sin poder trazar un proyecto de vida como pudimos hacer nosotros a su edad, aspirando como mucho a ser trabajadores precarios y explotados que engorden a los nuevos milonarios, gracias a un cambio de modelo social perpetrado con leyes a su medida.
    Pero seguimos resignados, confiando más en que nos toque la Lotería que en nuestra fuerza colectiva. El miedo de la gente sigue jugando en favor de los poderosos.

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  3. Caiga quien caiga, justicia y Derechos Humanos, al menos. Es lo mínimo que podemos pedir. Lo básico. Muy bien dicho José María. Te deseo un buen 2014. Abrazos.

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  4. Tus deseos son compartidos y recíprocos, Marcos. Un abrazo.

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