En diciembre de 2004, en pleno apogeo de la burbuja inmobiliaria, el Grupo Nozar adquirió en concurso-subasta el solar de la Avenida de Navarra donde antes se ubicaba el cuartel ferroviario. Fue el suelo más caro nunca pagado en Zaragoza: 82,5 millones de euros. Se estimaba que la repercusión del precio del suelo en cada vivienda construida rondaría los 300.000 euros. Se preveía la construcción en ese solar de una torre acristalada de 30 plantas, con más de 80 m de altura, que albergaría 300 pisos que costarían más de 600.000 euros cada uno. Además, 5 plantas de garaje con 490 plazas.
Pero la burbuja explotó, Nozar se vió en dificultades y tuvo que desprenderse de sus activos. En 2008 la CAI compró el famoso solar por la mitad del precio pagado (más de 40 millones, aún así... y así le ha ido). En 2009 se consumó la quiebra de la inmobiliaria.
Hoy el solar de los 82,5 millones tan solo alberga matojos y un asentamiento de personas sin hogar. Chabolas y lonas donde se resguarda del frío gente pobre que probablemente ignore que está ocupando un suelo multimilonario.
Madre mía, qué miedo dan este tipo de cosas...
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