viernes, 5 de abril de 2013

Muros con historia

Ayer, al amanecer, se derrumbaron 30 m de la muralla medieval entre las calles Alonso V y Arcadas. Este es un lugar que, como toda la zona colindante, está cargado de historia. Merece la pena rememorarla y abogar con ello por su reconstrucción.
En febrero de 1809, las tropas de Napoleón lograron penetrar la muralla por la Calle Dr. Palomar y entraron en la Iglesia de Sta. Mónica. Volaron el muro medianil que la separa de la Iglesia de San Agustín (hoy, Centro de Historias) irrumpiendo por sorpresa en una ceremonia religiosa de los soldados españoles, previa a la batalla. Se produjo un violento encuentro entre ambos ejércitos en el interior de la iglesia, seguido por el lento avance francés hacia el centro de la ciudad. Tardaron ¡un mes! en avanzar desde la Plaza de San Agustín hasta la Plaza de la Magdalena. Fue un avance casa por casa. En sus partes diarios al Emperador, el mariscal francés daba novedades como "... hoy hemos ocupado el nº 25 de la Calle San Agustín y mañana esperamos ocupar el nº 23". Algo inaudito para un ejército que había arrasado Europa. De aquellos enfrentamientos todavía quedan impactos en algunos edificios próximos.
Finalmente consiguieron derruir los edificios con sus defensores mediante la "técnica de minas": construyendo túneles apuntalados con maderas que, al ser incendiadas, provocaban el hundimiento de las casas.
El muro ahora desplomado quedaba en el interior de la ciudad, separando las zonas dominadas por unos y otros. Para intentar frenar el avance enemigo, fue saltado por soldados españoles desde fuera hacia dentro, buscando la retaguardia francesa, y se libraron fuertes combates en la calle Arcadas, donde hoy se acumulaban los escombros.
Impactos de fusilería en las fachadas
Agradezco a Luis Sorando, experto en Los Sitios, la información facilitada, que espero no haber alterado de forma significativa.

6 comentarios:

  1. He vivido varios años en el barrio, en San Agustín, y es una pena lo que ha sucedido. El miércoles por la noche pasé por el punto bajo el que se ha derrumbado la muralla y era evidente que le quedaban breves para caerse. Cada día se había deteriorado más y era cuestión de tiempo. Es una vergüenza que se hayan gastado 700.000 euros en quitar los arcos de las murallas romanas (que no molestaban a nadie) y esto se haya dejado caer por desidia y mala fe.
    Buena entrada con datos bien interesantes. Cuando nos levantaron la calle San Agiustín entera, (a finales de los 90) para peatonalizarla, soterrar los cables, etc aparecían restos humanos con relativa frecuencia ya que movieron muchos metros cúbicos de tierra y coincidió con una época de fuertes lluvias.

    Un saludo.

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    1. Tienes razón al trazar el paralelismo con el gasto innecesario de quitar los arcos de las Murallas.
      saludos

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    2. Justicia Poética y no lo queremos ver.

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  2. Perfecto, buen trabajo :-)
    Un abrazo. LUIS

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  3. Interesantísimo relato de nuestra historia local, bien enlazado con algunas decisiones municipales muy desafortunadas. Por supuesto, la felicitación es también para Luis.
    Saludos.

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