Desde niño he tenido predilección por los escaparates de lencería femenina (cuestión de gustos, oye). Pero éste de la Avenida de Navarra me inquieta más que me atrae. Sus maniquíes alineadas como si esperaran al pelotón de fusilamiento, lívidas ante el fatal destino, firmes y ajenas a los escorzos imposibles que acostumbran sus colegas en los escapartes de moda.
Distintos peinados, encajes y transparencias, pero una misma expresión de severa tristeza. Me despiertan fantasías, sí, pero de película de miedo.
En lo alto se descubre que se trata de lencería oriental... será de Corea del Norte.
jajaja yo paso por ahí muchas veces y sí, da miedo...
ResponderEliminarLo de venta al mayor es ¿de edad? o que te tienes que llevar cuatro c cinco picardías mínimo ;)
ResponderEliminarmadre miaaaa!! un poco mala pint ya tienen esos maniquis!
ResponderEliminarDesde luego, en mi caso el efecto disuasorio está asegurado.
ResponderEliminarBien visto.
Pues sí, amigos, son anti-lujuria.
ResponderEliminarPues yo he pasado mil veces y ni me había fijado. Premio a la mujer despistada del año?? Jejeje
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