También la semana pasada a orillas del Ebro, cerca del emplazamiento de la garza que ayer os mostraba, ví, desde la barandilla del Paseo de Echegaray, una abundante concentración de cormoranes en los islotes del centro del río, cerca del Puente de Hierro. Tenerlas tan cerca y poder seguir sus evoluciones en directo fue muy interesante.
Contemplé repetidas veces su estrategia de pesca: el cormorán nadaba hasta el centro del río y una vez allí quedaba inmóvil, dejándose arrastrar por la corriente.
De repente se sumergía y buceaba para capturar algún pez. Emergía tras un tiempo que, con parámetros humanos, me pareció exageradamente largo. Luego remontaba el vuelo hacia islotes donde descansar. Fue espectacular verlos después desde el Puente de Piedra volar bajo las arcadas. Lástima no haber conseguido esa foto...
Tras la pesca, abrían sus alas en pose siniestra para secarlas y se afanaban con el pico en tareas de limpieza:
En ocasiones, parecían andar sobre las aguas:
La riada ha desplazado a las aves pescadoras a otros parajes y no regresarán hasta que el caudal del río se adecue a su estrategia de pesca. Fue una gozada disfrutar de una clase de Naturaleza en el centro de la ciudad.
También la semana pasada a orillas del Ebro, cerca del emplazamiento de la garza que ayer os mostraba, ví, desde la barandilla del Paseo de Echegaray, una abundante concentración de cormoranes en los islotes del centro del río, cerca del Puente de Hierro. Tenerlas tan cerca y poder seguir sus evoluciones en directo fue muy interesante.
Contemplé repetidas veces su estrategia de pesca: el cormorán nadaba hasta el centro del río y una vez allí quedaba inmóvil, dejándose arrastrar por la corriente. De repente se sumergía y buceaba para capturar algún pez. Emergía tras un tiempo que, con parámetros humanos, me pareció exageradamente largo. Luego remontaba el vuelo hacia islotes donde descansar. Fue espectacular verlos después desde el Puente de Piedra volar bajo las arcadas. Lástima no haber conseguido esa foto...
Tras la pesca, abrían sus alas en pose siniestra para secarlas y se afanaban con el pico en tareas de limpieza:
En ocasiones, parecían andar sobre las aguas:
La riada ha desplazado a las aves pescadoras a otros parajes y no regresarán hasta que el caudal del río se adecue a su estrategia de pesca. Fue una gozada disfrutar de una clase de Naturaleza en el centro de la ciudad.
Pues, lo dicho en la anterior entrada. Es un trabajo excepcional el que realizas para mostrarnos estas maravillas insólitas causadas por la riada.
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