jueves, 3 de marzo de 2011

Banquete

Hace una semana, asomado al mirador sobre el Ebro del Paseo Echegaray, asistí a un magnífico espectáculo de vida natural. Una bandada de más de 50 cormoranes remontaba el río entre chapoteos para luego dejarse llevar por las aguas y sumergirse en busca de alimento. La escena es bien conocida por quienes frecuentan la ribera, pero no es habitual en tal abundancia.
Los negros pescadores no estaban solos. Gaviotas reidoras y patiamarillas, además de garcetas, rondaban el escenario, también en pos de peces. A veces eran enégicamente desalojadas por los fuertes cormoranes.
Cuando emergían con sus capturas parecían jugar con el alimento, volteando sus presas con el pico ganchudo (ampliad la siguiente foto).
La presencia de un banco de peces había concitado esa concurrencia de comensales. Muchos paseantes de la ribera comentamos en los últimos meses que nunca habíamos visto tantas aves pescadoras en la ciudad como ahora. Creo que el hecho se puede relacionar con la limpieza de las aguas. Veo el río más limpio que nunca. En mi juventud era frecuente la bajada de espumas y suciedades varias, siendo impensable la presencia, por ejemplo, de patos. Hoy son tan numerosos que pasan desapercibidos. Bueno es que nos vayamos reconciliando con la Naturaleza.

3 comentarios:

  1. Pues sí, es una buena noticia.

    Y a los cormoranes no les atacaron los siluros? :p

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  2. Hola
    Sigo tu blog desde hace 1 mes, y estas fotos me han gustado mucho. Sabía que las gaviotas se paseaban por el Ebro y por el Canal a sus anchas, pero desconocía la existencia de cormoranes.

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  3. Yo nunca había visto esto. Es magnífica la imagen en la que se ve como lanza al pesacado hacia arriba. enhorabuena por capturar estos momentos.

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