Siempre que visito el Palacio de Sástago, con ocasión de alguna exposición, me acerco a su gran escalinata para admirar de nuevo el enorme lienzo del pintor turolense Agustín Salinas (1861-1915) de tan trágico nombre. Representa al rey Alfonso I El Batallador y sus huestes almogávares contemplando el campo de batalla (1118), en los montes de Torrero, donde han derrotado al ejército de Imad al-Dwla, rey musulmán de Saraqusta. Me siguen sobrecogiendo sus contrastes bajo la luna llena mitigada por las nubes: la presencia poderosa de los cuerpos sin vida de los enemigos vencidos, frente al cansancio de los vencedores.
No está permitido fotografiarlo, aún sin flash, no sé por qué...
porque son tontos... es un cuadro poderoso, emocionante y sobrecogedor.... sí señor
ResponderEliminarA mi me pasa con el fumador en el salon de actos de ibercaja.
ResponderEliminarLe he hecho mil fotos y nunca nadie me ha dicho nada. No sé si se podrá.
En cualquier caso ¿para que una foto si se puede sacar una buena de internet? mejor disfrutarlo en directo.
Abrazos