Si ayer veíamos los homenajes a dos científicos aragoneses universales, hoy os muestro cómo un científico universal ha sido "españolizado" en nuestro callejero: de Albert a Alberto.
La calle está en el Polígono de Cogullada, donde se concentran 15 calles con nombres de científicos e inventores. Siguiendo la misma pauta, encontramos a Miguel Faraday o Alejandro Bell.
Indagando, he contabilizado en Zaragoza 78 calles dedicadas a científicos. Así dicho, pueden pareer bastantes pero si pensamos que en la ciudad hay unas 2.400 calles, el número de aquellas queda, aproximadamente, sólo en un 3,3%. Porcentaje en mi opinión muy bajo para la trascendencia de estas personalidades para el progreso y el bienestar colectivo frente a otros colectivos más reconocidos o personajes "pintorescos".
Eso de españolizar los nombres no me hace mucha gracia, pero para gustos...
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