Reconozco mi predilección por este derroche de color y fantasía que ha transfigurado la Calle Las Armas gracias a la intervención de Popay y El Niño de las Pinturas.
De los muchos detalles que estos jardines encierran, me quedo con dos: el "cuadrado mágico" pintado sobre el tronco del árbol (todas las filas, columnas y diagonales del mismo suman 33 -igual a uno de la Sagrada Familia de Barcelona-); y la ventana real sobre la rama... cuando el vecino asome parecerá un gnomo.
Muy bueno,buenísimo.Pedazo de artista
ResponderEliminar¡Qué chulada! tendré que pasarme un día en persona para verlo :)
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