Sorpresas, perplejidades y asombros de un paseante
Muero de amor! Que bonitez. Gracias por seguir acercandome mi adorada Zaragoza
Gracias a tí, Aitana, por seguir asomándote por aquí.
Muero de amor! Que bonitez. Gracias por seguir acercandome mi adorada Zaragoza
ResponderEliminarGracias a tí, Aitana, por seguir asomándote por aquí.
ResponderEliminar