Bueno, según a qué se apliquen esos conceptos. Si la uniformidad se diese en los porcentajes (igual carga fiscal para las rentas del trabajo que del capital, y para las grandes empresas que para los particulares, por ejemplo), conduciría a la proporconalidad en las cantidades obtenidas. En cuanto a lo que es socialmente justo, aún diría más: optaría por una escala exponencial. Pero la vergonzosa realidad es que el sistema ha invertido los principios: es fuerte con los débiles y débil con los fuertes.
Muy acertado. Ya que no se reparte la carga proporcionalmente, por lo menos que el reparto sea uniforme.
ResponderEliminarBueno, según a qué se apliquen esos conceptos. Si la uniformidad se diese en los porcentajes (igual carga fiscal para las rentas del trabajo que del capital, y para las grandes empresas que para los particulares, por ejemplo), conduciría a la proporconalidad en las cantidades obtenidas.
ResponderEliminarEn cuanto a lo que es socialmente justo, aún diría más: optaría por una escala exponencial.
Pero la vergonzosa realidad es que el sistema ha invertido los principios: es fuerte con los débiles y débil con los fuertes.