Donde hay publicidad resplandece la verdad


Foto: A. Herrer

Van a la guerra


Habitación animada
  
Cirugía económica
 

Juegos infantiles
 

Viejo oficio
 
Se han acabado los números

Adiós a Darwin 

Pues en la acera de mi calle, ese circo todos los días

¿Alguien sufre de "importancia sexual"? ¿De verdad, se quiere curar?
  
Larga preparación
  
Setras ladan

¡Ya lo creo que cobra!


¿Dónde metiste el dedo?
  
Airbag para coscorrones

Por un euro, 200 tapas 

Dinero y amor

Todo tiene su ciencia (foto: T. Funes)

Francia (foto: M. Gracia)

Pacto

Ahora me lo explico...
 
Inquietante ambiguedad

El Conde mirón 





Entonces, ¿lo demás?
  
A sus pies, señora

Y si aparca, ¿a quién llaman?
 
No parece tanto...
    

Foto: Oasis. Algunas dudas: El "galán enciclopédico", ¿seduce por sus conocimientos? Los "profesores cómico-serios", ¿son unos cómicos y otros serios? o ¿son todos a veces cómicos, a veces serios, según el momento?; y, en tal caso, ¿se ponen de acuerdo? Me ha tranquilizado saber que se unen "arte, moralidad y lujo". Vamos, que puedo llevar a mi suegra tranquilo.
   
Un coche muy aprovechado 

Sin control sanitario

Para anuncios, los de antes

Pobre comercio, dónde ha llegado... (foto: F. de la Cueva)

Ropa prodigiosa

Foto: M.J. Gutiérrez y C. Bayo en Venezuela

Atletismo amatorio

Difícil perferción

foto: A. Martino

Con estos precios... la que no lleva es porque no quiere.

Un tranvía llamado deseo
  
Eres única
  
Sin sofisticación, un clásico (foto: Jose)

Traslado definitivo
  
Persuasión numérica (38%, ni más ni menos)

Nuevo Saturno 

¡Menudos aires!
 
En peligro
 
Cada uno viste como quiere...
 

Era monógamo

2 comentarios:

  1. El título de esta página rinde un pequeño homenaje a La Codorniz, semanario humorístico que alguna vez puede leer en mi adolescencia y primera juventud. "Donde hay publicidad resplandece la verdad" era el título de una sección a donde llevaban anuncios reales que por algún motivo resultaban jocosos.
    Con ingenio, La Codorniz sorteaba la censura franquista, aunque sufrió sanciones y cierres en más de una ocasión. Como cuando llegó a Madrid el Sha de Persia y el mujeriego yerno de Franco, Marqués de Villaverde, se convirtió en el acompañante habitual de la bella emperatriz Farah Diba, publicaron el siguiente anuncio: "Cambio marquesina vieja por persiana nueva. Razón: Villaverde".
    Aún perduró en los primeros años de la democracia y siguieron sus problemas. Como cuando, a raíz de una visita a los reyes de José Antonio Samaranch, presidente de la Diputación de Barcelona, y Joaquín Viola Sauret, Alcalde de Barcelona, titularon: "Samaranch visita al Rey y Viola a la Reina".
    Se perdió La Codorniz, pero que no perdamos el humor.

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